sábado, 15 de junio de 2013

Chile: Aplican Ley de Feminicidio y absuelven a mujer que mató a pareja tras 18 años de violencia

• El tribunal, en segundo juicio, reconoció que Karina no tuvo otra salida dado el contexto de violencia que sufría y que estaba atrapada por un miedo insuperable, tras sufrir 18 años de violencia.

• Karina Sepúlveda estuvo más de un año recluida en la Cárcel de San Miguel, por lo que organizaciones de mujeres apelan a su reparación.

 
Tal como esperaban las organizaciones de mujeres que por meses realizaron una campaña a favor de que se hiciera justicia en el caso de Karina Sepúlveda, el Tribunal Oral en Lo Penal de Puente Alto absolvió a esta mujer que fue víctima de violencia de género por 18 años, aplicando por primera vez en Chile la eximente de estado de necesidad exculpante contenida en la Ley de Femicidio.
 
La abogada de Corporación Humanas, Daniela Quintanilla, sostuvo que el caso de Karina Sepúlveda es emblemático y viene a demostrar la brutal violencia que sufren muchas mujeres en Chile, a las que el Estado no está protegiendo debidamente porque no se cuenta con un Plan Integral de prevención de la violencia de género, para cumplir las obligaciones internacionales que incumben al Estado para prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres.
 
Valoró que con la absolución de Karina por parte del Tribunal Oral en Lo Penal de Puente Alto por primera vez se haya aplicado la eximente de necesidad exculpante contenida en la Ley de Femicidio, que implica que Karina actuó para evitar un mal grave para su persona o derecho o los de un tercero, y que estaba atrapada por un miedo insuperable y no tuvo otra salida dado el contexto de violencia que sufría.
 
“En los alegatos finales de la Fiscalía vimos la incomprensión total del fenómeno de la violencia contra las mujeres, al desconocer la violencia grave y sistemática que sufrió Karina. Ello nos alerta sobre la posición de los operadores de justicia respecto de la violencia contra la mujer, a pesar de que Chile ha suscrito tratados internacionales como la Convención Belem do Pará y Convención para la Eliminación de todas las formas de discriminación en contra de la mujer (CEDAW)”. Consideró grave que el Ministerio Público, en los dos juicios se abocara a desconocer la grave, sistemática y permanente violencia que ella sufría. Amenazada de muerte, violentada sexualmente, golpeada de las formas más brutales como dan cuenta las 64 cicatrices acreditadas en el juicio.
Recordó, además, que Karina Sepúlveda permaneció en prisión preventiva en la Cárcel de San Miguel durante más de un año que duró la investigación en el primer juicio llevado en su contra, por lo que plantea la necesidad de evaluar el funcionamiento y el uso de medidas como la prisión preventiva con un enfoque de género.
 
Asimismo, cabe señalar que la Corte de Apelaciones de San Miguel había anulado la sentencia absolutoria del Tribunal Oral de Puente Alto, que por primera vez había aplicado la eximente de “estado de necesidad exculpante” de la Ley de Femicidio en el caso de Karina Sepúlveda. “Ello implicó que se volviera a victimizar a Karina Sepúlveda reviviendo nuevamente su dolor y el de sus hijos” y que tuviera que realizarse un segundo juicio para volver a acreditar los mismo hechos, que hoy terminó en una nueva sentencia absolutoria que por fin la deja en libertad y le permite comenzar a vivir una vida libre de violencia.
 
Testimonio de Karina

 Karina Sepúlveda Cisternas (34) sufrió por 18 años violencia grave y sistemática por parte de su pareja y padre de sus tres hijos de 18, 13 y 4 años. Durante todo ese tiempo fue amenazada de muerte, violentada sexualmente y golpeada brutalmente, incluso con resultados de fracturas.
 
Así dio cuenta en su testimonio en ambos juicios: “Los golpes que recibí fueron a toda hora y todos los días, llegué a dormir en el piso porque él siempre estaba enojado conmigo”, relata Karina. “Me golpeaba a mí y a mis hijos” (el menor de 4 años)”.
“Me dijo que el perro hacía más caso que yo, por eso me tenía que golpear. Yo tuve que comer la comida del suelo, dormir en el patio o donde estaba el perro. Él me sacaba la ropa y los zapatos y me echaba así. Si llovía, me dejaba afuera casi toda la noche”, relató Karina.
 
Karina continúa: “La primera vez me pegó un combo, después me pegaba con cualquier cosa, me cortaba el pelo con cuchillos. Teníamos que comprar palas, porque él las quebraba conmigo”.
 
“Él me enterraba las tijeras, me hizo un “C” (de Claudio) en la mano y me dijo que sería la marca de él en mi cuerpo. No me podía negar a tener relaciones sexuales con él. Le decía que no, pero me hacía tener relaciones obligada”.

 Fuente: humanas.cl
Fotografia: 24horas.cl
 
 
 
 

No hay comentarios: