El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) ha eliminado algunos términos que ponían a la mujer en desventaja

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La utilización que cada individuo hace de la lengua, es decir, el habla, cambia todo el tiempo, de generación en generación y de latitud a latitud. 


Los diccionarios siempre son reflejo de los cambios que presenta una sociedad determinada, por ello, decimos que la lengua esta viva, como lo estamos los seres humanos y es por eso que se deben actualizar instrumentos como éste


La Real Academia de la Lengua Española sabe que nuestra forma de entender la igualdad de género ha evolucionado, por ello agregará a la nueva edición de 2014 los femeninos de los oficios, profesiones y ocupaciones que sólo se consideraban de hombres como: cerrajera, -ra, enterrador, -ra, herrero, -ra, picapedrero, -ra, costalero, -ra o soldador, -ra.

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Actualmente, la definición de gozar es “conocer carnalmente a una mujer“ y un cocinilla es “un hombre que se entromete en cosas, especialmente domésticas, que no son de su incumbencia”. Términos que siguen siendo altamente machistas.


También, en la actual edición un huérfano es “una persona de menor edad a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre“. Sin embago, este tipo de definiciones cambiarán, como femenino, que el DRAE considera sinónimo de débil o endeble, y masculino, considerado ahora como varonil y enérgico.


Algunos términos conservarán su terminación, y sólo se definirá su género, como hasta ahora, por el artículo el o la, como:  concertino, submarinista o guardabosque.