La participación femenina en el mundo político no es sólo una cuestión de números, porque en esa esfera se toman decisiones que marcan el rumbo del país, el bien común de la nación, que será realmente colectivo en la medida que no ignoren a las mujeres, que hoy sólo representan el 12% de los congresistas. Son más del 50% de la población y del padrón electoral. Sin embargo, ello no se refleja en el gobierno, ni en el Congreso o los partidos políticos. En suma, en los lugares de toma de decisiones. De hecho, según datos entregados por la investigadora española Cristina Sánchez durante la conferencia "Participación de la mujer y políticas públicas" -organizada por la Universidad de Valparaíso-Chile es uno de los países que tiene menor participación de mujeres en el Parlamento en comparación con América Latina y el resto del mundo. En esas áreas, los indicadores revelan un 20,3% y un 16%, respectivamente. Y si bien la elección de Michelle Bachelet en 2006 como Presidenta significó un avance, lo cierto es que las cifras revelan que aún resta mucho para asimilarse a países como Costa Rica y Argentina, donde existe ley de cuotas que incentiva el número de parlamentarias. Mientras en Chile la participación femenina en cargos de representación popular alcanza a 12,7%, en el vecino país, llega al 38,5%. En Costa Rica, en tanto, la norma establece que el 40% de las candidaturas para puestos de elección popular deben ser llenadas por mujeres. PARTIDOS "MACHISTAS" A juicio de la secretaria ejecutiva del Observatorio de Género y Equidad (OGE), Natalia Flores, los guarismos revelan que "los partidos políticos chilenos son machistas y, por lo tanto, se han convertido en el principal cuello de botella para el acceso de las chilenas al menos para la postulación a cargos de representación popular". En esta línea, Flores apunta a la necesidad de impulsar acciones positivas como una ley de cuotas, pues "está demostrado que cuando hay una ley de cuotas de género obligatoria de participación en cargos de elección popular, la cantidad de mujeres electas sube en forma impresionante". Sin embargo, advierte que una ley de cuotas -que ha sido resistida por sectores de la política nacional- sin una reforma del sistema binominal tampoco funcionaría. Este tipo de medidas debe ir acompañado -explica la secretaria ejecutiva del OGE- de "políticas públicas, especialmente referidas al mundo de la crianza y la reproducción, es decir, de la corresponsabilidad", que permitan impulsar un cambio cultural. En este contexto, señala Flores, el Sernam resulta "fundamental como institución promotora de la construcción de igualdad de género". La ministra del Serman, Carolina Schmidt, apuntó a la necesidad de impulsar no sólo "sistemas laborales más flexibles, amigables, más humanos y meritocráticos" para revertir el proceso de baja en la tasa de natalidad, sino que también la "corresponsabilidad", concepto que se buscó dejar patente a través de una campaña comunicacional que apuntaba a evidenciar "con sentido del humor, una situación tan real en nuestra cultura, donde se piensa que el hombre es responsable de traer el sustento económico a la familia y la mujer es la encargada de cuidar el hogar y los niños y eso, no es así". "Es un cambio que está siendo incorporado por la sociedad y que tenemos que ser capaces de impulsar en nuestro país", afirmó Schmidt. No obstante, Flores explicita un fenómeno que -a su juicio- ha dejado patente el cambio de gobierno: un giro en "la concepción ideológica de cuál es el lugar de las mujeres en la sociedad. Ahí hay una brecha enorme" respecto de la administración anterior. "Basta mirar –explica- las iniciativas legales de Sebastián Piñera, como -por ejemplo- el recién aprobado proyecto de Teletrabajo que pretende generar empleos para las mujeres, pero dentro de sus propios hogares, en términos precarios de seguridad social y sin romper el rol histórico que se les ha asignado a las mujeres en cuanto a la crianza o la baja en el presupuesto a la construcción de salas cunas o la destrucción sistemática del Sernam". Asunto que es rebatido por Schmidt, quien ha señalado que el servicio que dirige está "más fuerte que nunca". Asimismo, aseveró que "el Sernam está trabajando en un proyecto de ley, para presentar al Congreso el primer semestre 2011, que busca incentivar la participación política de las mujeres". La propuesta no sería una ley de cuotas, sino que contempla "el incentivo pecuniario a la participación de mujeres en política". Flores explica que con ello, el gobierno está acogiendo una de las propuestas de la Comisión Boeninger sobre modificación del sistema electoral chileno. "Los incentivos económicos a los partidos son una medida interesante sólo si van aparejados de un sistema que exija que las candidaturas de mujeres sean en comunas, distritos y/o circunscripciones donde tiene posibilidades reales de ser electas, sino se trasformarán en una utilización más de las mujeres por parte de los partidos políticos", agrega. Con todo, la investigadora del OGE insta a "pasar de la conversación a la acción, que la voluntad política expresada tanto por el Presidente de la República cuando era candidato, pero también por los presidentes de los partidos políticos se traduzca en un cuerpo legal. Llevamos muchos años discutiendo una ley de representación equilibrada de género en cargos de elección popular, la (ex) Presidenta Bachelet con su gabinete paritario ya demostró que es posible gobernar de esta forma. Necesitamos leyes ya".
Fuente: La Nación |
MCP INFORMA. Informativo que distribuye la organización Mujeres Construyendo País, de Iquique, Chile. Noticias sobre mujeres, historias, demandas y derechos.
lunes, 10 de enero de 2011
Mujeres y política en Chile: Universo con escasa representación
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