Con los mismos fondos acumulados, con los mismos años de trabajo, mujeres reciben menos dinero que un hombre en Chile al momento de jubilarse. Este acto de discriminación tiene desconcertadas a dirigentes sindicales, quienes junto a algunas diputadas presentaron un reclamo ante la OIT.
Dirigentes sindicales de la Anef (Agrupación Nacional de Empleados Fiscales), Confecove (de Confederación Nacional de Trabajadores del Comercio y del Vestuario), el Colegio de Profesores y la Anfusem (Asociación de Funcionarias del Servicio Nacional de la Mujer) realizaron la presentación de un recurso de reclamación ante la OIT (Organización Internacional del Trabajo).
Las dirigentes denuncian, ante el organismo internacional, la discriminación que perciben las mujeres a la hora de recibir sus pensiones en los años más duros de su vida, la vejez.
Según un estudio del Cenda, (Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo) en las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) un hombre soltero de 65 años obtiene, hoy, aproximadamente un tercio más de pensión que una mujer soltera de 60 años, con el mismo fondo acumulado. El único factor que influye al calcular las pensiones para un mismo fondo es el género del trabajador o trabajadora, debido a que las mujeres jubilan cinco años antes y en promedio viven más que los hombres. Sin embargo, las condiciones socioeconómicas, de salud y vivienda que inciden aún más en la esperanza de vida, no son tomadas en cuenta por el sistema de fondos de pensiones (ver recuadro al final de esta nota).
Ante esta problemática, mujeres de diferentes sindicatos llegaron a la instancia de la demanda internacional, luego de intentarlo con presentaciones a los tribunales chilenos y de enviar una carta -hace ya varios meses- a la superintendenta de Pensiones, Solange Berstein, y no han obtenido respuesta alguna.
Gloria Galarce, representante del Confecove, menciona que una mujer que se pensionó en 2006 y trabajó durante 40 años, en 2011 no recibirá pensión porque sus fondos se acabaron. “Hoy, estar en las AFP es tener una vejez pobre y, si eres mujer, eres aún más pobre. Nuestro futuro en las AFP es incluso estar por debajo del sueldo mínimo; no es posible que ser mujer pensionada signifique vivir en condiciones paupérrimas”, comenta Paulina Cid, presidenta Anfusem.
Ana Bell Jara, vicepresidenta de la Anef, agrupación que cuenta con el 56% de asociadas mujeres, afirma que: “Hay muchos factores de riesgo que afectan la expectativa de vida de una persona, como lo pueden ser categorías sociales o regionales, pero definir arbitrariamente el género atenta contra los convenios internacionales que ha firmado nuestro país con organismos como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la OIT, quienes defienden la igualdad de oportunidades ante la ley”.
Las diputadas Cristina Girardi, Adriana Muñoz, y María Antonieta Saá (todas del Partido por la Democracia; PPD) apoyaron el reclamo, y comentaron que las Aefepés reproducen las imperfecciones y desequilibrio del mercado del trabajo. Este sistema está montado frente a profundas desigualdades, y con ello se enriquece de manera “perversa”. Habría que plantearse cuál va a ser la disminución del monto de nuestros fondos con el vaivén del mercado internacional y con la crisis de La Polar, porque nosotras perdemos, no la empresa.
Los hombres que viven en Las Condes, la comuna de mayores ingresos de la muestra, tienen una esperanza de vida 8,74 años mayor que los que viven en Osorno, que es la comuna con menor esperanza de vida de la misma e incluye una amplio sector rural donde viven campesinos pobres, muchos de origen mapuche. Los hombres de Las Condes viven 6,79 años más que los de Lo Espejo, una comuna popular de la misma ciudad. Las mujeres, en cambio, viven sólo 5,95 años más en promedio que los hombres, en estas 49 comunas. Sin embargo, los hombres de Las Condes no ven castigadas sus pensiones ni los de Lo Espejo u Osorno mejoradas las suyas, a pesar que su diferente esperanza de vida lo ameritaría mucho más que en el caso de las mujeres en general, a quienes sí se aplican tablas discriminatorias que las perjudican.
Los hombres que viven en Las Condes, la comuna de mayores ingresos de la muestra, tienen una esperanza de vida 8,74 años mayor que los que viven en Osorno, que es la comuna con menor esperanza de vida de la misma e incluye una amplio sector rural donde viven campesinos pobres, muchos de origen mapuche. Los hombres de Las Condes viven 6,79 años más que los de Lo Espejo, una comuna popular de la misma ciudad. Las mujeres, en cambio, viven sólo 5,95 años más en promedio que los hombres, en estas 49 comunas. Sin embargo, los hombres de Las Condes no ven castigadas sus pensiones ni los de Lo Espejo u Osorno mejoradas las suyas, a pesar que su diferente esperanza de vida lo ameritaría mucho más que en el caso de las mujeres en general, a quienes sí se aplican tablas discriminatorias que las perjudican.
Por Estefani Carrasco Rivera
Fuente: ElCiudadano.cl
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