A días de la entrega del Informe de la Comisión Mujer, Trabajo, Familia; la Vicepresidenta Nacional de la Mujer de la ANEF y Consejera de la CUT, Ana Bell Jaras, única representante sindical en esa instancia, presentó ante el Presidente de la República su renuncia indeclinable a dicha Comisión.
La paulatina y sistemática política de despidos que se ha ido implementando a diario en el Estado, que parece imperceptible a los ojos de la ciudadanía, pero que no se ha detenido en ningún momento, llegando a la cifra de 2.500 personas a la fecha, fue la principal motivación que llevó a la dirigenta a tomar esta decisión.
En su nota, la Vicepresidenta valoró el trabajo de la Comisión que permitió poner en el debate visiones muy distintas, algunas incluso irreconciliables entre sí, gracias al ambiente de respeto y tolerancia a la diversidad que se dio en ese trabajo; también reconoció la voluntad de varias instituciones y organizaciones de la sociedad civil para entregar su opinión; y, en particular, valoró las actividades en regiones que ayudaron a recoger preocupaciones ciudadanas en torno a la realidad de las mujeres trabajadoras.
Al mismo tiempo, Bell señaló al Presidente como un grave error las intervenciones públicas sobre la Comisión emitidas por algunos personeros de gobierno y del Parlamento que sólo entorpecieron la tarea, porque contribuyeron a poner en tela de juicio el carácter autónomo, pluralista y transversal de esta comisión, y a levantar una sombra de duda sobre las conclusiones y propuestas que puedan surgir. Ello no contribuye en nada al entendimiento entre sectores que el gobierno reclama reiteradamente. A pesar de los esfuerzos de sus integrantes, el clima de desconfianza que se instaló en vastos sectores de la sociedad civil sobre las intenciones políticas de la Comisión, influyeron también en la renuncia de la dirigenta de la ANEF
Ella agregó que siendo la única integrante del área sindical, "hubiera sido importante dejar consignada en las resoluciones de la Comisión una visión desde la perspectiva de los intereses de las trabajadoras y de la defensa de sus derechos adquiridos, de rechazo a la flexibilización a las normas de protección a la maternidad, de promoción de los derechos de paternalidad para los hombres, pero por sobretodo, consignar la urgencia de ampliar la cobertura de los derechos de protección a la maternidad a todas las trabajadoras, independiente de su situación previsional y/o contractual, para superar la inequidad que castiga a las mujeres de menores recursos y los hogares más vulnerables".
Sin embargo, para Ana Bell, puesta la decisión en una balanza ética, no había otro camino que la dimisión a la Comisión: "Es muy dolorosa la constatación que de los 2.500 despidos, más de la mitad son mujeres ya que se han producido en los servicios del área social como Educación, MIDEPLAN y SERNAM, donde se concentra la fuerza laboral femenina del Estado. Buena parte de estas nuevas cesantes son jefas de hogar, y más de alguna incluso ha perdido su empleo estando con protección de su licencia maternal; pero lo más lamentable es que estas personas perciben que están pagando consecuencias que le son ajenas, porque no son más que sencillas funcionarias y funcionarios que viven de su ingreso y que dedican mucho esfuerzo y compromiso a la función pública", declaró la dirigenta.
Por último señaló que, "no se puede estar por un lado discutiendo formas para mejorar la situación de las trabajadoras, mientras por otro lado aquéllas, que yo represento en una organización sindical, están perdiendo su derecho fundamental al trabajo y esperan de mí un apoyo incondicional como su dirigenta. Es una opción moral que espero el señor Presidente entregue de su parte la mayor comprensión".
Santiago, 20 de julio del 2010
Fuente: http://bernicancino.bligoo.com/content/view/894734
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