Polémica ha causado en las organizaciones feministas de Argentina la circulación de la nueva publicidad de cerveza Quilmes, que, entre otras cosas, equipara feminismo a machismo. Razones por las cuales se han cursado numerosas cartas de protesta
al Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión, indicando que esta publicidad viola la Ley 26.485, de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, al usar un mensaje sexista y discriminatorio que se puede asemejar a violencia simbólica.
Entre algunos mensajes posteados en el muro Facebook de Quilmes, encontramos:
La publicidad de "igualismos", no solo banaliza la lucha del feminismo, lo peor es que trata de encubrir la "desigualdad" de géneros que sigue existiendo, reproduciendo los mas burdos estereotipos.
Pedro Duarte Lucha que tratamos de no tener, pero este tipo de publicidades dejan en evidencia... Lo peor es que lo toman como una broma e irónicamente, llega al público masculino como tal... Para que haya verdadera igualdad entre ambos sexos, deberían quitarse este tipo de esterotipos.
Sugiero revisar los conceptos de "feminismo" y "machismo" antes de utilizarlos en la producción de una campaña publicitaria.
Sobre la última publicidad televisiva "Igualismo", es evidente que continúan con la misma actitud de siempre, de reproducir estereotipos que responden al sistema patriarcal dominante en nuestra cultura. Esto es grave, porque es violatorio de los derechos humanos. Por lo visto, no tienen en consideración que las mujeres también son consumidoras de sus productos, y no solo consumidoras sino, además, y por sobre todas las cosas, compradoras de la gran parte de los artículos que se utilizan en el hogar. Esta publicidad, en todo momento, destaca, exclusivamente, supuestos aspectos negativos de la mujer, que no son más que construcciones estereotipadas sexistas. Es la fémina quien sale mal parada en este spot, ya que se la tilda de controladora, invasiva de la intidimidad ajena, compradora compulsiva y mantenida ("te hice una extensión de la tarjeta de crédito, destruila!), rebajada a una condición de servidumbre y explotación (dame toda tu ropa íntima que te lavo a mano). ¿Acaso no son, cada vez más los hombres mantenidos por sus compañeras que salen a trabajar para "parar la olla", lo que incluye comprar la birra? ¿Acaso no hay hombres que revientan la tarjeta por su cuenta y para sí mismos? ¿Acaso no hay hombres controladores y celosos? ¿y no basta como prueba de ello el aumento de feminicidios que se está dando en estos últimos años? Este tipo de publicidad no hace más que reforzar el androcentrismo que impulsa la ola de intolerancia y violencia hacia las mujeres.
Julieta Rivera que retiren esa publicidad de todos los medios de comunicación, ofrezcan disculpas y se comprometan a utilizar publicidades no sexistas.
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